¡Llegó el momento tan esperado, la recolección de nuestra aceituna en Pago de Valdecuevas!

Que mejor forma de dar la bienvenida al mes de noviembre que exprimiendo nuestro fruto.

Nuestro proceso, que combina la artesanía con la tecnología moderna, es un testimonio de la importancia que se da a la calidad en cada paso. Cada paso hasta este momento ha sido con mimo y cariño por lo que hacemos.

Sara, nuestra compañera, siempre habla de la aceituna “Tuna” y cómo viaja hasta “nuestras botellas de Pago de Valdecuevas” … ¡Y hoy os lo contamos nosotros!

¡Hacemos una parada para inspeccionar antes de nada!

1. El Encanto de la Revisión del campo antes de la recogida:

El primer secreto de nuestro AOVE está en la visita del olivar antes de la recolección y su continuo cuidado. Aquí, nuestro maestro almazarero, Jesús, examina con detenimiento los olivos, asegurándose de que las aceitunas estén en su punto óptimo de madurez para que el aceite sea verdaderamente especial, para que sea Pago de Valdecuevas.

2. Recogida a máquina con un toque de amor y un viaje exprés a la almazara.

Nuestras máquinas especializadas en la recogida de la aceituna son las encargadas de recoger con cuidado cada fruto, a través de la vibración, que hace que no se dañe el fruto en ningún momento del proceso.

La prontitud también es nuestra clave. Nuestra almazara se encuentra en el centro del olivar para que la llegada de la aceituna sea exprés. Las aceitunas son llevadas rápidamente a nuestra almazara para preservar todos sus sabores y aromas tan característicos, evitando que la distancia haga que se oxide.

3. Recepción de la aceituna.

En la llegada a la almazara, los frutos pasan por la despalilladora la cual separa o excluye las hojas o ramas que se hayan podido colar en el proceso de recogida, dejando solo la aceituna. Este proceso es fundamental para que el aceite conserve la pureza tan característica de Pago de Valdecuevas. Después de la despalilladora pasan para ser lavadas. Esto garantiza que lleguen a la molturación en su mejor estado.

4. Molturación con pasión y extracción.

El proceso de molturación es crucial, durante este proceso el fruto se transforma en una pasta de color verde brillante. La pasta obtenida se somete a un proceso de batido o amasado. La pasta, resultado de molturación y el batido, pasa por un proceso de centrifugación que separa el AOVE del alperujo (restos sólidos), con el mismo mimo con que se separa el tesoro del cofre.

Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra se almacena en pequeños depósitos de acero inoxidable para que haga una decantación vertical, de esta manera no es necesaria la filtración mecánica, solo la gravedad natural. El AOVE se almacena con amor en condiciones ideales para preservar su frescura. Cada botella se embotella con cariño y esmero, bajo pedido, garantizando que cada una sea una expresión fresca y auténtica del fruto de la tierra que cuidamos con tanto amor.

Un proceso que, si no habéis podido ver alguna vez, os lo recomendamos, es una oda al amor y la dedicación por la tierra que nos rodea, Medina de Rioseco, un lugar idílico donde se haya nuestro olivar. Patrimonio líquido de Castilla y León

¡Os esperamos en Pago de Valdecuevas para hacer una visita de este maravilloso proceso!